jueves, 23 de octubre de 2008

Los nubarrones negros y los relámpagos anuncian la tormenta


Las tormentas, los huracanes, los ciclones, los tifones, las lluvias, por cierto que no surgen de improviso, sino que con menor o mayor anticipación se anuncian a través de determinados indicadores: viento, nubosidad, relámpagos, cambios de temperatura, cambios en el color del mar y/o en el oleaje, etcétera.

Antes de ciertas crisis financieras, y antes de ciertas rupturas del ordenamiento institucional democrático, también hay cambios que se producen: aumento de la conflictividad social, y/o aumento del desempleo y de la pobreza, y/o aumento de la violencia callejera y de la inseguridad ciudadana, y/o aumento de la intolerancia sindical y/o de la rigidez empresarial.

En este comienzo de siglo XXI, en este año 2008, en Uruguay comienzan a notarse cambios que por cierto no son nada auspiciosos, y que por cierto podrían ser anunciadores de tiempos difíciles.

¿Qué nos deparará el futuro?... Por cierto que el futuro es incierto, pero tanto pensando a nivel individual como pensando a un nivel más general (grupo familiar, grupo productor, barrio, ciudad, provincia, país, la humanidad toda), siempre será posible enfrentar la incertidumbre desde una posición más confortable, desde una posición más equilibrada y consolidada... Claro, esa posición más fuerte y consolidada no se adquiere por la gracia divina, sino que se adquiere en la medida que se sepa construirla, en la medida que se tengan los medios como para construirla, y en la medida que efectivamente se haga esa construcción y esa búsqueda en forma paciente y ordenada y sistemática... ¿Se tiene incertidumbre sobre lo que pueda acontecer?... Está bien, pero siempre se podrían inventariar los posibles perjuicios ante acontecimientos sorpresivos y poco definidos, y entonces y para cada uno de esos posibles perjuicios, se podría pensar calmadamente sobre los recursos que sería bueno tener a la mano para que esos perjuicios fueran más llevaderos... Pero... pero... este consejo podría eventualmente ser un buen consejo si la estrategia previsora trata de aplicarse a nivel individual o a nivel familiar o a nivel de un grupo productor... ¿Acaso también podría hacerse algo positivo al pensar a un nivel más general, incluso a nivel de la humanidad toda?... Bueno, pienso que sí... El orden sistemático y la clasificación por áreas siempre es una muy buena cosa... Y a nivel de la humanidad toda un mejor orden puede lograrse si se utiliza en forma generalizada el dinero telemático, o sea el dinero nominativo, responsable, autoexplicativo de transacciones, y sin una específica base material... Lo que la humanidad está necesitando es un sistema económico personalizado, es un sistema económico mucho más personalizado que el que actualmente utilizamos...

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