La localización territorial de las actividades sociales y de las actividades económicas y productivas, evidentemente depende ella de la distribución de la población en el territorio, de la situación geográfica y geopolítica de los centros urbanos, de las características y de la topología de las vías de transporte, de la propia ubicación de los centros comerciales, de los centros financieros, de los centros cívicos y administrativos, de los centros logísticos de distribución, etcétera, ya que estos distintos elementos se interpotencian y complementan unos con otros…
Los estudios primeros y más básicos sobre la distribución territorial y sobre los espacios socio-económicos, fueron ellos realizados en el siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX, por Walter Christaller, por August Lösch, por Albert Schäffle, por Johann Heinrich von Thünen, por Alfred Weber, etcétera…
Los estudios referentes a estos temas, pretendieron y pretenden construir un conjunto general de ideas teóricas referentes a las localizaciones humanas en el territorio, analizando por cierto el nivel microeconómico (familias, empresas, etcétera), y analizando también el nivel macroeconómico y estructural (servicios públicos, administración pública, comunicaciones y transporte, centros de compras, centros sociales, centros educativos, etcétera)…
En su obra principal (Die räumliche ordnung der wirtschaft, 1940), August Lösch señala que los tres elementos básicos a tener en cuenta son: (1) las personas, (2) las actividades, y (3) los lugares (los entornos geoespaciales)… Además de estos tres elementos, tal vez también podrían o deberían analizarse otros importantes aspectos, como por ejemplo: (4) las infraestructuras (de transporte, de abastecimientos energéticos, de agua potable, de encuentro y socialización, de logística, etcétera) y sus asociadas estructuras de costes, (5) las sinergias en las relaciones humanas, (6) las formas de tratamiento de los créditos sociales (o sea, el tipo de dinero que es utilizado), etcétera, etcétera…
El estudio sobre la distribución en la geografía de las actividades comerciales, financieras, productivas, y sociales, así como el análisis de los problemas resultantes de la estructuración y la articulación de dichas actividades, son por cierto de una importancia muy grande para el estudio de la economía, así como para la planificación económica y social…
Interesa destacar que J-H von Thünen estudió particularmente la ubicación de las explotaciones agrarias, así como la incidencia de las distancias entre los lugares de producción y los mercados, llegando a la conclusión de que cuanto más altos son los costes de transporte a un determinado lugar o región, tanto menores deben ser los costes del trabajo allí incorporado a la producción, pues de lo contrario los beneficios decrecen, e incluso ellos pueden llegar a tornarse negativos…
Por lo tanto, en los lugares más distantes de los mercados y en los lugares con mayores dificultades de acceso (en los lugares con peores medios de transporte y con peores servicio de comunicación), se deberán producir preferentemente aquellos productos que en proporción a su valor exigen menores costes de transporte y menores costes de mano de obra…
A modo de conclusión, puede señalarse que a efectos de favorecer el desarrollo económico y social de una determinada zona geográfica, se deben allí mejorar las infraestructuras de transporte y de comunicación, ya que de esta forma probablemente así se podrían abatir los costes de transporte y de oportunidad…
Otra medida complementaria que podría tomarse a efectos de favorecer el desarrollo económico y productivo de cierta región geográfica, podría ser la de allí reducir ciertos impuestos o ciertas tasas (como por ejemplo, reducir los aportes a la seguridad social de los trabajadores allí radicados, o reducir los impuestos que allí gravan a las telecomunicaciones y a ciertas actividades locales, etcétera)…
En alguna medida, todo lo anteriormente expresado puede extrapolarse a los productos virtuales y a la producción intelectual o inmaterial (software, servicios virtuales, etcétera), sustituyendo costes de transporte, por costes de comunicación y por costes de acceso a los mercados virtuales (promoción, ventas, confianza empresarial, etcétera)…
Nótese que las conclusiones a las que llegaron estas investigaciones a principios y a mediados del siglo XX, no necesariamente son ellas enteramente aplicables al siglo XXI, ya que la sociedad virtual que comienza, puede ella llegar a cambiar unas cuantas cosas…
En el tratamiento de ciertos asuntos muy técnicos relativos a la computación y a Internet, sin duda hay unos cuantos temas vinculados con la sociología que están latentes, y que se vinculan por ejemplo con las preguntas que se indican a continuación… ¿Es que Internet permitirá modificar significativamente la distribución de la población sobre el territorio? ¿Es que en las sociedades pos-industriales y en las sociedades pos-capitalistas, se atenuará o se revertirá el crecimiento de los grandes conglomerados humanos? ¿Qué influencia tendrán las teleconferencias hacia el futuro en lo que concierne a las relaciones comerciales y sociales, y cómo evolucionará esta tecnología?
Por cierto que las posibles respuestas a estos interrogantes, así como los estudios sobre la localización de los espacios económicos, sobre la distribución territorial de actividades, sobre la formación de las aglomeraciones humanas, sobre la distribución de los factores productivos, y sobre otros temas relacionados, obviamente son ellos de una importancia crucial para el siglo XXI, y desde estas líneas incentivamos a que intensamente se reflexione sobre estos tópicos…
Los estudios primeros y más básicos sobre la distribución territorial y sobre los espacios socio-económicos, fueron ellos realizados en el siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX, por Walter Christaller, por August Lösch, por Albert Schäffle, por Johann Heinrich von Thünen, por Alfred Weber, etcétera…
Los estudios referentes a estos temas, pretendieron y pretenden construir un conjunto general de ideas teóricas referentes a las localizaciones humanas en el territorio, analizando por cierto el nivel microeconómico (familias, empresas, etcétera), y analizando también el nivel macroeconómico y estructural (servicios públicos, administración pública, comunicaciones y transporte, centros de compras, centros sociales, centros educativos, etcétera)…
En su obra principal (Die räumliche ordnung der wirtschaft, 1940), August Lösch señala que los tres elementos básicos a tener en cuenta son: (1) las personas, (2) las actividades, y (3) los lugares (los entornos geoespaciales)… Además de estos tres elementos, tal vez también podrían o deberían analizarse otros importantes aspectos, como por ejemplo: (4) las infraestructuras (de transporte, de abastecimientos energéticos, de agua potable, de encuentro y socialización, de logística, etcétera) y sus asociadas estructuras de costes, (5) las sinergias en las relaciones humanas, (6) las formas de tratamiento de los créditos sociales (o sea, el tipo de dinero que es utilizado), etcétera, etcétera…
El estudio sobre la distribución en la geografía de las actividades comerciales, financieras, productivas, y sociales, así como el análisis de los problemas resultantes de la estructuración y la articulación de dichas actividades, son por cierto de una importancia muy grande para el estudio de la economía, así como para la planificación económica y social…
Interesa destacar que J-H von Thünen estudió particularmente la ubicación de las explotaciones agrarias, así como la incidencia de las distancias entre los lugares de producción y los mercados, llegando a la conclusión de que cuanto más altos son los costes de transporte a un determinado lugar o región, tanto menores deben ser los costes del trabajo allí incorporado a la producción, pues de lo contrario los beneficios decrecen, e incluso ellos pueden llegar a tornarse negativos…
Por lo tanto, en los lugares más distantes de los mercados y en los lugares con mayores dificultades de acceso (en los lugares con peores medios de transporte y con peores servicio de comunicación), se deberán producir preferentemente aquellos productos que en proporción a su valor exigen menores costes de transporte y menores costes de mano de obra…
A modo de conclusión, puede señalarse que a efectos de favorecer el desarrollo económico y social de una determinada zona geográfica, se deben allí mejorar las infraestructuras de transporte y de comunicación, ya que de esta forma probablemente así se podrían abatir los costes de transporte y de oportunidad…
Otra medida complementaria que podría tomarse a efectos de favorecer el desarrollo económico y productivo de cierta región geográfica, podría ser la de allí reducir ciertos impuestos o ciertas tasas (como por ejemplo, reducir los aportes a la seguridad social de los trabajadores allí radicados, o reducir los impuestos que allí gravan a las telecomunicaciones y a ciertas actividades locales, etcétera)…
En alguna medida, todo lo anteriormente expresado puede extrapolarse a los productos virtuales y a la producción intelectual o inmaterial (software, servicios virtuales, etcétera), sustituyendo costes de transporte, por costes de comunicación y por costes de acceso a los mercados virtuales (promoción, ventas, confianza empresarial, etcétera)…
Nótese que las conclusiones a las que llegaron estas investigaciones a principios y a mediados del siglo XX, no necesariamente son ellas enteramente aplicables al siglo XXI, ya que la sociedad virtual que comienza, puede ella llegar a cambiar unas cuantas cosas…
En el tratamiento de ciertos asuntos muy técnicos relativos a la computación y a Internet, sin duda hay unos cuantos temas vinculados con la sociología que están latentes, y que se vinculan por ejemplo con las preguntas que se indican a continuación… ¿Es que Internet permitirá modificar significativamente la distribución de la población sobre el territorio? ¿Es que en las sociedades pos-industriales y en las sociedades pos-capitalistas, se atenuará o se revertirá el crecimiento de los grandes conglomerados humanos? ¿Qué influencia tendrán las teleconferencias hacia el futuro en lo que concierne a las relaciones comerciales y sociales, y cómo evolucionará esta tecnología?
Por cierto que las posibles respuestas a estos interrogantes, así como los estudios sobre la localización de los espacios económicos, sobre la distribución territorial de actividades, sobre la formación de las aglomeraciones humanas, sobre la distribución de los factores productivos, y sobre otros temas relacionados, obviamente son ellos de una importancia crucial para el siglo XXI, y desde estas líneas incentivamos a que intensamente se reflexione sobre estos tópicos…
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